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Marzo - Abril 2023  

Numero 182

Comisión Infraestructura Verde CPIA

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II Seminario Infraestructura Verde

Les presentamos una síntesis de las disertaciones del Segundo Seminario organizado por la Comisión de Infraestructura Verde de CPIA, coordinado por la Ing. Agr. Verónica Fabio, en el que destacados disertantes nos plantearon experiencias internacionales de Infraestructura Verde y Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS) que contribuyen a mejorar el bienestar y la salud del habitante urbano. 

Experiencia de Implementación de la Infraestructura Verde en Barcelona, en particular sobre "Barcelona Regional"

Mg. Marc Montlleó

Presentó un trabajo que realizaron principalmente con el área de Parques y Jardines y el equipo de Biodiversidad, que es el que ha desarrollado el plan Alberti y la biodiversidad y el plan Natura para Barcelona. 

Primeramente, pusieron énfasis en diagnosticar el verde a través de unos parámetros para la detección del verde. En este caso, se realizó desde imagen aérea para garantizar los objetivos de tener un verde con mayor accesibilidad y equidad social, y también un verde metropolitano. A partir de estos datos se estableció un modelo y algunas propuestas, y se plantearon herramientas para bajar de escala territorialmente a barrios o distritos de la ciudad. Montlleó reiteró la importancia de la infraestructura verde en un entorno urbano, básicamente por motivos de salud, teniendo en cuenta la prestación de servicios socioambientales por parte de esta infraestructura verde, principalmente de las plazas, parques urbanos, jardines y, también, porque en un entorno totalmente artificial como es el entorno urbano, nos aproxima a la naturaleza para cubrir el aspecto de biofilia que tiene nuestra especie.  

Básicamente, si tenemos armada una buena infraestructura verde potenciaremos o aumentaremos el bienestar y la calidad de vida en la ciudad.  Así, el español presentó un mapa de la infraestructura verde a escala metropolitana, mostrando lo que ya se está gestionando a través del equipo de Parques y Jardines. También hay espacios verdes privados, solares no construidos que tienen vegetación y espacios semi naturales, entre otros.  Se analizaron por distritos y barrios las diferencias en la trama urbana del “verde real” y el “verde gestionado” por el ayuntamiento. Señaló que, básicamente, se buscaba alcanzar la accesibilidad y que todas las personas pudieran acceder a la prestación de estos servicios socioambientales. Especialmente a aquellos que nos mejoran la salud y que nos permiten adaptarnos al cambio climático, proteger y mejorar si podemos la biodiversidad que tenemos en el entorno urbano, mejorar y aumentar la cobertura arbórea, mejorar la permeabilidad del suelo, diversificar las tipologías de verde y trabajar con un verde más conectado y más funcional. 



El equipo de trabajo estableció premisas básicas y un modelo basado en cuatro grandes ideas. Tener 1) un verde de equidad (de proximidad y accesible) 2) un verde conectado (se trabajó con análisis a escala de peatón y aérea por las copas de los árboles), 3) un verde con dimensión, o sea proteger o fortalecer aquellos espacios que ya de por sí tienen biodiversidad y 4) un verde metropolitano, conectado o trabajado o en relación con la escala metropolitana. Por lo tanto, se dialogó con vecinos y con los municipios de alrededor.  

Para lograr estas premisas se trabajó con información de metros cuadrados de verde o con el índice de detección de la vegetación en vuelo (NDVI).  Montlleó también mencionó el índice de los 9 m2 verde/habitante, pese a que considera que la OMS no lo ha establecido como regla básica y que, hoy, numerosos trabajos no sólo hablan de la superficie verde sino también de una distancia de proximidad de 300 a 500 metros o a un tiempo. Porque no sólo es importante la cantidad de verde sino la calidad y la accesibilidad en un tiempo razonable.  

Este diagnóstico permite elaborar acciones o definir qué proyectos o propuestas deberíamos desarrollar para lograr una distribución equitativa del verde, ya sea por habitante o por distancia, y también cómo reforzar las zonas deficitarias.  “No sería razonable desde el punto de vista de la preservación de la biodiversidad o de procesos ecológicos tener piezas de infraestructura verde que estén aisladas y que no se interconecten. Por eso estamos trabajando con una lógica de ecología aplicada al paisaje que, a nivel urbano, nos sirve para poder planificar bien esta infraestructura verde y ver hacia dónde queremos llevar a esta infraestructura verde en el caso de la ciudad de Barcelona”, explicó.  

Se trabajaron tres conceptos. Principalmente, uno que llamamos caminabilidad verde (conectividad a escala de las personas), conectividad en vuelo (procesos que pasan con la canopia o en altura) y las relaciones de corredores estructurantes (establecer una base que nos permita entrelazar infraestructura verde).  En el caso de la caminabilidad verde se utilizaron algunas variables como, por ejemplo, la densidad de verde,  la cantidad de arbolado viario,  la relación entre ancho de calzada y ancho de acera, de zona para los viandantes, la intensidad de tráfico y las pendientes. Porque no es lo mismo  la circulación  en calles planas que en calles con orografía complicada. También se evaluaron a nivel computacional rutas para la gente que sale de su portal en dirección a un verde cercano, con una distancia máxima y se comenzó a ver cómo mayoritariamente la gente podía utilizar calles más amables, con más arbolado, con más vegetación, con menos tráfico y con unas aceras más anchas para ir desde su casa hacia un espacio verde.  En aquellas zonas donde se encuentran “rupturas” de esta conectividad verde a escala de peatón, se toma esa información para mejorar y fortalecer la infraestructura verde.

También se realizó un relevamiento a nivel aéreo, marcando las rupturas y señalando hacia donde marcar rutas en dirección a puntos que estén ubicados en parques, en el parque natural, en los ríos o en otros espacios ajardinados de la ciudad, siempre con piezas públicas. En este caso, el análisis y los descriptores que básicamente se utilizaron son la altura de los edificios. Luego se fueron diagramando las conexiones porque realmente no sabían por dónde se movían ni los insectos, ni las mariposas, ni los pájaros en la ciudad. Pero son zonas donde prioritariamente sería más fácil, porque hay más vegetación y menos altura de edificios para que una especie que utiliza el aire pudiera desplazarse por estas copas hasta llegar a otro espacio o a otra pieza de verde.  Con estos datos y hojas de rutas el ayuntamiento realizó una propuesta de corredores de infraestructura verde. Algunos ya se están ejecutando y otros están proyectados. Para reforzar el tercer elemento, que son los nodos de biodiversidad, se utilizaron los grandes parques como el Parque Güell o el Parque de la Ciudadela, que ya tienen una calidad de diversidad y aglutinan en la ciudad a especies que nos interesan desde el punto de vista ecológico- También se reforzaron estos espacios con  pequeños parques y jardines alrededor de estos nodos más potentes de biodiversidad, ayudando al desplazamiento de las diferentes especies.   

El cuarto elemento, aplicado solo por la ciudad (no interconecta con el resto del municipios) son los conectores propios a escala metropolitana, cuyo análisis y propuestas están guiados para que estén en armonía con el resto de los municipios que aglutina Barcelona, considerando las zonas críticas desde el punto de vista de la conectividad ecológica.  Con toda esta información, el ayuntamiento realizó el plan Natura -el plan vigente aprobado- donde el ayuntamiento marca las políticas de desarrollo de la infraestructura verde urbana de Barcelona y hay un mapa que está priorizando o marcando las zonas de actuación para resolver las rupturas y las zonas de déficit.  

Se utilizan distintas herramientas como los muros verdes, balcones vegetados con cubiertas verdes, patios interiores verdes, gestión de solares abandonados, sistemas urbanos de drenajes sostenibles, calles con mayor complejidad que tienen ensanches y asimetría con una estructura de distintos estratos en vegetación, con mucha más diversidad de especies de arbolado. Se suma el trabajo con el verde privado, preservando y protegiendo patios interiores y los jardines que hay en estos patios por ley urbanística. Hay rezonificación de espacios o, por ejemplo, se trabaja con vegetación efímera cuando hace menos calor y la época es oportuna para vegetar algunas plazas o cubiertas verdes.  
El ayuntamiento también ha lanzado dos concursos públicos de cubiertas verdes donde se dan ayudas a los privados para que puedan desarrollar estas cubiertas.  



Experiencia de Implementación de Infraestructura Verde en el Ayuntamiento de Barcelona  

Ing. Tec. Agrícola Coloma Rull i Sabaté 

Nos compartió sus experiencias a partir de las tareas que desempeña en el Instituto municipal de Parques y Jardines del ayuntamiento de Barcelona, principalmente en la coordinación y participación de estudios estratégicos relacionados con la gestión de los espacios verdes y del arbolado urbano. Y también, en los últimos años, en la redacción del plan Natura 2021/ 2030 y en el programa de biodiversidad coordinando la ejecución del plan Natura 2030, ambos en la ciudad de Barcelona, España.  
La ciudad está encuadrada entre montañas y dos ríos y está distribuida en diez distritos. La gestión es única por parte del ayuntamiento pero se apoya en los distritos. A su vez, cada uno de estos distritos tienen barrios. La población es de 1.600.000 habitantes y la superficie de 10.137 hectáreas. Los parques ciudadanos públicos ocupan 620 hectáreas  de este total y si a esto le sumamos los otros espacios más pequeños, podemos llegar a un total de 1.170 hectáreas de verde urbano. 

La mayor parte de los espacios verdes públicos se gestionan desde el ayuntamiento o desde organismos oficiales que tienen sus jardines públicos. En los últimos años el trabajo se ha basado en el Plan verde y de la Biodiversidad. 

Este plan se presentó en 2013 e incluía 10 líneas de acción con 68 proyectos. Fue muy novedoso y ambicioso, con un profundo diagnóstico de la situación de la biodiversidad de la ciudad, tanto de flora y fauna como de espacios verdes geológicos y permitió establecer líneas y acciones, desde 2013 hasta 2020. Durante los distintos mandatos se presentaron diferentes estrategias o medidas de gobierno que se aprobaron, pero siempre bajo el paraguas del plan.  Luego, cuando se comenzó la redacción del plan Natura Barcelona, se concretaron y priorizaron tres ejes y dos ámbitos. 
 



De los ejes,  el primero fue conseguir verde y más biodiversidad, el segundo conservar y mejorar el verde y la biodiversidad existente y el tercer eje fue hacerlo con y para la ciudadanía. Todo esto transversalmente con un ámbito del conocimiento y la gobernanza del plan.  

Rull i Sabaté señaló que una de los de las experiencias más positivas de los últimos años fue la identificación de la infraestructura verde, medida no sólo desde el territorio, sino que, gracias a Barcelona Regional, se ha podido tener conocimiento de la infraestructura verde vista desde el cielo, o sea la cobertura vegetal. Así, las hectáreas de verde por habitante subieron 21,6 % porque se contemplan las copas de los árboles viarios.  
Otro tema que se incluyó para la mejora de la biodiversidad fue el estudio de los servicios socioambientales, con el fin de poder establecer un mapa de déficit y un mapa de accesibilidad a estos servicios. Esto permite seguir planificando el verde de acuerdo con las necesidades. 

También se ha redactado y publicado en internet la “Carta del verde y de la biodiversidad”, que es una guía de los criterios de diseño que debe seguir un espacio verde en cuanto a vegetación, a suelo y a agua para poder obtener el máximo de beneficios socioambientales. 

A partir de la COP de 2015 de París, las autoridades se comprometieron a que la ciudad incrementaría un metro cuadrado más de verde por habitante hasta el año 2030, lo que representaba 160 nuevas hectáreas de verde. En este escenario se presentaron ejemplos de cómo se fueron logrando incrementos por ejemplo, con soterrar el tráfico bajo un túnel y hacer un espacio verde arriba, jardines de lluvia, jardines naturales con vivaces, retiro de tránsito vehicular y enjardinamiento de esos espacios, etc. También en 2020 se lanzó un concurso para hacer cubiertas verdes a nivel privado, y se subsidiaron proyectos privados pero que constituyeran espacios de uso colectivo o social.  

Con respecto al eje 2, que es el de la conservación y mejora de la biodiversidad existente, Rull i Sabaté mencionó que, desde la implementación del plan del verde, Barcelona apuesta por la gestión ecológica en la naturalización de los espacios verdes. 

El objetivo final es aumentar la naturaleza en la ciudad y ganar más salud y mejor calidad de vida.  Se entiende por gestión ecológica el uso sostenible de los recursos y la protección del patrimonio natural y del medio ambiente. Por lo tanto, la gestión ecológica se aplica en toda la ciudad y en el mantenimiento de la jardinería de todos los espacios. Citó algunos ejemplos tales como aplicar criterios ambientales de compras, ambientalizar la flota de vehículos y la maquinaria, optimizar el consumo de energía y del agua de riego, minimizar la producción de residuos, erradicar los herbicidas químicos o mejorar el mantenimiento, entre otros. 

La naturalización no puede aplicarse a toda la ciudad porque hay espacios que, ya sea porque están muy frecuentados, o porque tienen mucho uso, o porque son patrimoniales, no aceptan algunas actuaciones. Es decir que la gestión ecológica se aplicaría en toda la ciudad mientras que la naturalización sólo allí donde sea posible. Para aplicar esta gestión y esta naturalización se ha trabajado mucho en la gestión de las especies invasoras vegetales y en la redacción y despliegue de muchos protocolos de gestión para cambiar procedimientos.  

También desde 2013 se empezó a gestionar la fauna urbana y se trabaja en muchísimas medidas de conservación y mejora de estas especies.  Un cambio muy importante fue la gestión de las herbáceas, muchos de los céspedes con especies tradicionales se están transformando en prados evolucionados y en los sitios todavía más apartados y silvestres se están dejando evolucionar los prados a herbazales. Como hubo muchísimas quejas de ciudadanos que reclamaban que se estaban “abandonando los espacios públicos”, se acompañaron estos cambios con campañas de comunicación para la valoración de especies espontáneas y una reclasificación de los espacios verdes para su gestión y mantenimiento. 

En siete años de implementación del plan (de 2013 a 2020) se pudieron realizar muchísimos estudios de conocimiento, en especial de la fauna urbana. Y se está trabajando mucho en la puesta en valor de la flora espontánea y que los ciudadanos no lo interpreten como una falta de mantenimiento.  
Otro estudio interesante que se hizo es el seguimiento de líquenes en Barcelona que indican la calidad del aire. Existen numerosas publicaciones online como un Atlas de aves, Buenas prácticas de jardinería en Barcelona: “Como conservar y mejorar la biodiversidad”, “Guía de azoteas y cubiertas verdes” y una web llamada “Atlas de biodiversidad de Barcelona” donde se vuelca numerosa información disponible.  

Con respecto al último ámbito, que es el de la gobernanza, comentó que la aplicación del plan del verde permitió que la biodiversidad esté presente en las políticas municipales con la creación del programa de biodiversidad, dotándolo de recursos económicos y humanos.  Se está trabajando mucho en normativas y colaborando con redes de ciudades y diferentes entidades. 

También se ha colaborado con los centros de investigación, con las universidades y otros ayuntamientos y se ha creado un grupo de entidades voluntarias que se llama el “grupo del verde de la biodiversidad” quienes trabajan muy activamente en favor de la biodiversidad de la ciudad y que han redactaron un manifiesto que sirvió de base también para la elaboración del nuevo plan Natura. 



Implementación de la Infraestructura Verde en Bogotá, Barranquilla bajo el enfoque de "Paisaje Social".

Dra. Martha Fajardo

La Dra. Fajardo nos planteó otra forma de ver el territorio a través de un proyecto de la Iniciativa Latinoamericana del Paisaje para la ciudad caribeña de Barranquilla, Colombia titulado “Soluciones basadas en la naturaleza:  Biodiverciudad, una propuesta de cocreación de Barranquilla”.

Nos comentó que Colombia es un país muy rico, tal vez el segundo más biodiverso en el planeta, pero que tiene una crisis ambiental grave y una crisis social de seguridad. Pero  quiere apostar a la biodiversidad por lo cual, desde el Ministerio de Ambiente, nació  esta nueva estrategia que se inició durante el gobierno pasado y continúa con este nuevo gobierno,  para convertir las regiones y las ciudades más representativas en “BiodiverCiudades”. 

Actualmente hay 14 ciudades que participan de este movimiento. Con este término se reconoce, prioriza e integra la biodiversidad hacia un desarrollo sostenible para conectar toda esa riqueza en las distintas regiones: caribeña, andina y amazónica. Es un mandato desde la política que apunta a trabajar para mejorar la calidad de vida, desde soluciones basadas en la naturaleza, promoviendo un mejor desarrollo urbano y contribuyendo a la adaptación y a la resiliencia climática.  

Barranquilla es una ciudad ubicada en la cuenca del Caribe y cuenta con ecosistemas de alto valor biológico conformados por manglares, pantanos y humedales.  Su equipo fue convocado a presentar una propuesta para la recuperación de la Ciénaga Mallorquín, un área abandonada durante años. 
El proyecto apunta a recuperar, a través de soluciones basadas en la naturaleza y paisajes de vida, las ciénagas de estos barrios de la ciudad.  La metodología aplicada está basada en análisis y diagnóstico, y también en presentar escenarios preliminares construidos con la comunidad a través de matrices de multicriterio, y en procesos de cocreación, hasta llegar a unas propuestas adaptativas que sean trabajadas y avaladas por la comunidad y por la institucionalidad.  

Barranquilla tiene esa apuesta y ha presentado un plan a 30, 50 y 100 años. Esta es tal vez la ciudad más progresista y, debido a la naturaleza del sitio, tiene una comunidad con un arraigo a su territorio costero, con una riqueza en el carnaval, en la cultura, en el arte y la música, pero también con una realidad de diferencias de clases. La comunidad quiere tener más espacio público, más zonas verdes y se quiere utilizar a Barranquilla como la puerta verde de entrada a Colombia por el mar. 
Esta visión está basada en restaurar, conectar y crecer, pero también apoyada con toda esta fuerza desde Soluciones Basadas en la Naturaleza y a futuro tener un territorio moderno, sostenible y emblemático. 

El abordaje se realizó en armonización con los proyectos que tiene la alcaldía, y la metodología empleada fue para poder observar desde las cuatro dimensiones: agua, vida, lugar y paisaje, respondiendo a una estrategia multidimensional del control del avance de invasiones en el agua, con un sistema flexible y adaptativo a cambio climático. 

Se trabajaron tres grandes estrategias biodiversidad, Soluciones basadas en la naturaleza y el aspecto local como herramientas y “paisajes de vida” como el producto.  “Hemos hecho una investigación de línea base para conocer la comunidad y la riqueza de ese entorno”, declaró la Dra. Fajardo. “Pero, al mismo tiempo, hay pobreza, falta de servicios básicos, contaminación, y los cambios cuando llegan nuevas comunidades, trabajando en unos escenarios que nos pedía la propuesta para revitalizar, regenerar y rehabilitar”. 



“Consideramos una mezcla equilibrada entre la infraestructura gris, la infraestructura verde, la azul y, también, una infraestructura social para comenzar a mirar en tiempo y espacio. En una primera fase analizando cómo rehabilitar y, en una siguiente fase, empezando a regenerar y a construir esas áreas que estaban tan degeneradas. 

La tercera la llamamos “revitalizar” que consiste en el paisaje deseado.  
Se plantearon escenarios a 2, 5 y 10 años porque, en cada uno de ellos, existe un período y un nivel de inundación que se convirtió en esa herramienta del diseño a futuro. Pero todo esto trabajado bajo esas cuatro dimensiones de vida que son las que nos ayudan a empoderar el concepto del paisaje en la planificación, que tiene que ver primero con el paisaje, con el agua, con el lugar y con la vida. Luego hicimos el mismo ejercicio en el otro barrio, en la playa, en cada uno de esos escenarios dentro de las cuatro dimensiones para, a través de un análisis multicriterio, pero más aún un trabajo de cocreación con la comunidad, hacerles entender que por efectos de inundación y contaminación no debían habitarse muchas zonas costeras ya que había muchos predios afectados y también para que vean como, a través de nuevas técnicas y con soluciones basadas en la naturaleza, podríamos mejorar esas condiciones de vida”. 

Como resultado de talleres con las comunidades, políticos y oficinas gubernamentales, se llegó exponer el escenario ideal en cada uno de los barrios. Estos escenarios se llevaron a una hoja de ruta, dando respuesta a cada uno de los impactos que se tenían desde el diagnóstico y se desarrolló una guía con las cuatro dimensiones, con una descripción a través de diagramas de cómo serían los procesos y los beneficios para alcanzar para la comunidad con la recuperación de ese manglar. 

Destacó a la dimensión “agua” como uno de los temas más representativos del proyecto y donde más inversión se está haciendo desde la ciudad.  Y, en el caso del “lugar”, el foco estuvo en demostrar cómo una senda de vida se convierte en un hilo que cose y que conecta diferentes actividades y, también, que soluciones basadas en la naturaleza van más allá de mejorar un manglar o de sembrar un bosque sino que existe toda una actuación acompañada de una serie de construcciones en las que la comunidad trabaja, dirige y construye a lo largo de ese espacio.  

“Un tema muy importante que hemos tratado de demostrar a través de videos con simulaciones es cómo el nivel del agua va subiendo y que debemos hacer un plan de renovación y de cambio de viviendas en mal estado por viviendas palafíticas de sustitución. En todo este tema hemos hablado mucho con los niños y con los jóvenes para promover actividades y para generar una economía, un turismo y para generarles a ellos una mejor calidad de vida”, declaró la Dra. Fajardo.  Este proyecto y sus productos están documentados y apoyados con una serie de planos en GIS, y una memoria guía que hace parte de esta hoja de ruta. 

Y, por último, presentó de qué manera el programa Barranquilla Verde ha transformado la ciudad con terrenos arborizados, canopia verde, islas de biodiversidad, jardines de lluvia y manifestó la convicción de que esta hoja de ruta contribuirá para salvaguardar uno de los ecosistemas más hermosos, como esas lagunas costeras, con toda una estrategia de renaturalización basada en el concepto de biodiversidad.


Implementación de la Infraestructura verde 
y el concepto de resiliencia.  

Dra Arq. Liza Babette Dietrich 

La Dra. Babette Dietrich resaltó el concepto de “landscape” para Europa del Norte señalando que quizás el concepto de paisaje o paisajismo tiene algunas diferencias con lo que representa el término para el mundo latino.  En su Universidad, se abordan bajo ese concepto un conjunto de diferentes temáticas que abarcan desde el desarrollo rural urbano, arquitectura de planificación del paisaje y gestión del paisaje, y que además trabajan con diferentes departamentos para la gestión incluyendo ciencias sociales como psicología del ambiente.  
“Entendemos al área del paisaje como una fuerza unificadora en el ámbito académico que integra muchas disciplinas diferentes”, destacó Babette Dietrich. La Dra. planteó el concepto de “resiliencia” como la capacidad de un sistema, ya sea un individuo, un bosque, una ciudad o una economía, para hacer frente al cambio y seguir desarrollándose. 

Se trata de cómo los seres humanos y la naturaleza pueden aprovechar las conmociones y perturbaciones, como una crisis financiera o el cambio climático, para estimular la renovación y el pensamiento innovador. Y, en el ámbito de arquitectura del paisaje urbano, hay una serie de teorías del sitio -que es el lugar en que vivimos- como lo planteado previamente con los ejemplos de Barcelona o Barranquilla, ese sitio que nos dirige y para el cual tenemos que decidir,actuar y movernos. Considerar  esta localidad es para nosotros uno de los aspectos más importantes del paisaje.   

“Finalmente pienso que hay todo un pensamiento emergente desde Latinoamérica que se puede conectar con el post desarrollo”, dijo, y citó a Arturo Escobar, un colombiano que está dictando clases en Estados Unidos y que propone una visión diferente del universo como pluriverso. Este investigador plantea que debemos aceptar la existencia de diferentes perspectivas desde nosotros como humanos, pero también debemos considerar la perspectiva de los no humanos, todos esos seres que están conviviendo con nosotros y para los cuales tenemos la responsabilidad como humanos de proyectar un futuro. Para profundizar el tema de la profesión, nos mostró algunos ejemplos de proyectos paisajísticos de Europa extraídos  de una serie de libros publicados por   Landscape Architecture Europe (LAE).  LAE es un grupo que busca potenciar la reflexión sobre la arquitectura paisajística europea a través de la práctica profesional. Estos libros son producidos por la Fundación LAE y por el equipo europeo de la IFLA (Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas), y constituyen un catálogo de proyectos seleccionados por un Jurado. 

En su quinta edición, por ejemplo, se seleccionaron trabajos que plantean que el proyecto paisaje no es únicamente la creación nueva, sino también cuidar lo ya existente y actuar con sostenibilidad.  La última edición se titula “La segunda mirada:  el poder del paisaje” y trata de promover la idea de que los profesionales del paisaje sean agentes de promoción de los cambios necesarios que necesitamos para lograr un planeta más sustentable. Nos mostró algunos modelos de estos proyectos y el manejo de la infraestructura verde/azul como, por ejemplo, el manejo del agua de lluvias a nivel de distrito en Copenhaguen, Dinamarca, generando “una calle de lluvias” que permite nuevos usos para sus habitantes. 



Otro ejemplo es la creación de paisaje para protección de inundaciones por desborde de los ríos en la ciudad de Antuerpia, Bélgica.  Otro caso planteado a nivel urbano, fue el uso de una infraestructura azul existente en la ciudad de Budapest, Hungría, en donde se añadieron muy pequeños elementos a las bocas de agua existentes para que funcionaran como fuentes y se generó la posibilidad de ofrecer agua a sus ciudadanos con una muy sencilla implementación.   

Otra idea de infraestructura verde, que ya existía como un espacio verde abandonado y que, con la participación ciudadana y los servicios técnicos pudo desarrollarse fue un proyecto en la ciudad de Girona, Cataluña. Se gestó a partir del activismo de ciudadanos para ocuparse de estos espacios abandonados, aprovechando situaciones silvestres de una belleza inigualable, pero con falta de acceso, como un sendero o un banco o un elemento que permita el uso por  los ciudadanos locales. 
Vinculado a la posibilidad de incendios forestales, nos mostró un proyecto de investigación sobre una infraestructura verde regional en Barcelona planteando cortinas forestales y futuros escenarios, considerando el avance del fuego, el intercambio de viento con la forestación y con núcleos habitados y la posible regeneración de bosques urbanos.  

También nos presentó a escala regional el proyecto Corazón Verde, un ejemplo a desarrollarse en el centro de los Países Bajos, que están enfrentando la problemática de la subida del nivel de agua del mar, con un balance entre tres aspectos diferentes con el suelo y su diferente composición, el nivel de agua y el uso de la tierra. Contempla aspectos geológicos, de agroforestería y de ingeniería hidráulica.  Y también otro proyecto de una cadena de parques en la región de Lens, Francia que considera de uso representativo para muchas regiones de Europa postindustrial.  
Y, por último, dos proyectos: en el caso de Amsterdam la creación de un parque purificador con residuos de la industria portuaria, que es un proyecto de reciclaje por fitoremediación y un proyecto de investigación en marcha de Infraestructura Verde y la construcción de un parque costero para la ciudad de Göteberg en Suecia. 

Su mensaje final fue que los proyectos de paisaje incluyen no sólo la infraestructura verde y azul sino las Soluciones Basadas en la Naturaleza y que son transdisciplinarios porque mezclan conocimientos generados por actores científicos y de la práctica y la profesión de paisajistas es una gran oportunidad para esta época.