INDICE

Marzo - Abril 2023  

Numero 182


Dr.Ing.Agr. Amilcar Arzubi *
M.N. 11493*13*01, Profesor UNLZ, Subsecretaría de Ganadería-SAGyP, Ex-Presidente de la Asociación Argentina de Economía Agraria (AAEA).

Ing.Agr. Patricio Calonge 
M.N. 13765*01*01, Profesor FAUBA, Subsecretaría Agricultura- SAGyP, Ex-Presidente de la Asociación Argentina de Economía Agraria (AAEA).

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¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE “COSTOS”?

Esta nota propone una revisión de conceptos sobre costos y márgenes ampliamente difundidos, pero muchas veces mal interpretados. El objetivo es contribuir a la toma de decisiones, para llevar adelante una actividad agropecuaria de la manera más eficiente posible, obteniendo el máximo beneficio, de forma sostenible en el tiempo, en el territorio, y cuidando los recursos naturales.


*Al cierre de esta edición, lamentamos informarles que nuestro querido colega Amilcar Arzubi, falleció el pasado 11 de febrero. Una muy sensible pérdida para nuestra comunidad. Acompañamos a sus familiares y amigos en este difícil momento.


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Producir es un arte... pero producir al menor costo posible es un arte de mayor precisión, de trazos muy finos...

Es común presentar resultados económicos (costos, ingresos y resultados) de actividades agropecuarias y compararlas con otras (sean del mismo sector o de otros, como industrial, comercial o financiero), en el intento de mostrar una tabla o gráfico que concluya cuál es la mejor opción, o por qué es más recomendable una sobre otra. 
Si bien el ingreso también se puede estimar o calcular, la variable precio del producto no es –la mayoría de las veces– controlable por el empresario rural, es una variable externa a la empresa. Pero sí puede controlar qué, cómo y cuánto producir. Por eso, el cálculo de los costos es tan importante y estratégico. 

Por ejemplo, en determinados productos o períodos de tiempo, se puede decidir cuándo vender, evaluando un momento de mejor precio. Pero ello también tiene un costo, que es el de mantener en condiciones el producto hasta el momento proyectado. 
Para que los análisis costo-beneficio tengan valor es necesario tomarse unos minutos de reflexión y ordenar algunos temas conceptuales, necesarios para que los indicadores de resultados reflejen lo más objetivamente posible la situación que se está evaluando.

A continuación, se definen los principales conceptos sobre costo. Posiblemente, su lectura resulte un repaso de bibliografía de economía y administración agraria, pero no por ello deja de ser importante tener presente qué se está analizando.
No está de más recordar que la principal diferencia o característica de la empresa agropecuaria, comparada con empresas industriales y comerciales, es que depende de aspectos biológicos. Y, más importante aún, produce alimentos, que deben ser sanos e inocuos y, cuya manera de obtenerlos no debe ser perjudicial con el ambiente. Detalles importantes al momento de pensar en el cálculo de los costos. 

El Costo es la expresión en dinero de todo lo que debemos hacer para atraer y mantener a los factores de la producción hacia y en una actividad determinada. 
Los factores de producción son tierra, capital, trabajo y gerenciamiento o la suma de los valores de los bienes y servicios insumidos en un proceso productivo. 

Los componentes del Costo (C) son: 
Gastos (G): son los bienes (insumos) y servicios que se consumen íntegramente en el proceso productivo,
Amortizaciones (A): son la compensación por la pérdida de valor por desgaste u obsolescencia de los bienes durables, y 
Intereses (I): son la expresión en dinero del “costo de oportunidad” del capital. 

Aquí, es necesario definir Costo de oportunidad como el ingreso que se deja de percibir (o el valor al cual se renuncia) por no utilizar un insumo en la forma alternativa más rentable. Es un concepto más abarcativo que el del interés ya que incluye, además del capital, otros factores de la producción a veces no remunerados, como pueden ser el trabajo familiar en la empresa. 

En su forma más sencilla, la fórmula del costo es

C = G + A + CO

En un vocabulario simple, podría indicarse que el costo de una actividad no es más que la “receta” de cómo se realiza una actividad, considerando el producto de las cantidades empleadas de cada ingrediente por su correspondiente precio. 

Objetivos

Antes de armar la “receta” (la forma de producir y valorizar), el centro decisor debe preguntarse: 
>     ¿Para qué necesitamos los costos?
>     ¿Para qué momento los deseamos calcular? 
>     ¿Con datos pasados o datos esperados? (futuros)
>     ¿Para qué se van a utilizar? 
Estas preguntas no son un detalle menor, dado que no es lo mismo el costo de una sola actividad anual, una plurianual, realizando un control de lo ejecutado o planeando lo que se estima realizar. 

El primer criterio para tener en cuenta es contestar ¿para qué necesitamos los costos? Las alternativas pueden ser: fines contables (se calcula con métodos contables y considerando la información correspondiente a un ejercicio determinado). O puede ser con un fin económico (se calcula con la mirada puesta en el futuro, pensando en realizar una actividad que cubra los costos esperados).

La primera pregunta a contestar sería: ¿para qué momento se calcularán los costos? 
Si la respuesta es “para la próxima campaña”, estamos planificando o haciendo un análisis ex ante. Se trata de Costo estimativos, utilizados habitualmente para seleccionar actividades en el corto plazo. También se suelen emplear sobre modelos de producción , cuando se persigue el objetivo de extraer conclusiones más generales y de mayor alcance.

Si la respuesta es “conocer los costos incurridos en el último ejercicio”, entonces estamos controlando, con la idea de corregir posibles desvíos, o bien evaluar el resultado de la actividad o de toda la gestión (tiempo pasado o expost). En estos casos se indica que se trata de un Costo real, es el costo en el que se está incurriendo o que se incurrió. 
Se emplean datos del momento o del pasado. Se trabaja con registros o información físico-financiera del momento o del período finalizado. 
El costo real no incluye costos de oportunidad, en tanto el costo estimado sí.
Las siguientes clasificaciones quizás sean las más conocidas, pero, al mismo tiempo, cuando no se tienen claros los objetivos, son las que generan mayor ruido en el momento de querer mostrar y comparar actividades, situaciones o períodos. 

Relación entre lo que se costea y la alternativa bajo análisis

Cuando una empresa realiza varias actividades productivas, existen costos que son específicos de cada una de ellas y se denominan costos directos. Éstos se originan al realizar la actividad y desaparecen si la actividad no se lleva a cabo. Son los que se imputan para la confección del margen bruto de una actividad. 
Los otros costos, que son compartidos por varias actividades o existen, aunque las actividades no sean realizadas, son los costos indirectos (o de estructura).

Relación entre el costo y el nivel de producto
Los costos fijos son los que no varían con la cantidad de producto, en tanto los costos variables son los que varían, de manera más o menos proporcional, con el nivel del producto.

Costos agregados o en relación con el producto
También puede interesar cuánto es el monto total a gastar (o gastado) en todo el ciclo productivo, entonces hablamos de costo total. Resultan de considerar los costos de manera agregada (expresado en $/año, $/ha/año, $/cab/año, etc.). Pero cuando interesa conocer el costo por unidad de producto elaborado entonces debe hablarse de costo unitario (o costo medio), que se obtiene dividiendo el costo total por el número de unidades producidas (se expresa, por ejemplo, en $/kg, $/litro, etc.). 

El costo total tiene aplicación en el análisis global de la empresa, la determinación de la Unidad Económica y en la orientación de políticas agrarias. Pero, muchas veces, es importante analizar el costo parcial, que representa una parte de la explotación agropecuaria y del costo total. Para su cálculo, se utilizan los costos directos correspondientes a la alternativa bajo análisis, como podrían ser los costos directos de actividades agrícolas o ganaderas. Pero también es posible analizar solamente una parte de una actividad, siendo en este caso un presupuesto parcial propiamente dicho. Ejemplo: analizar los costos de realizar silaje o comprar alimento balanceado. 

Costo marginal: cuando se evalúan únicamente ingresos y egresos marginales que producen pequeñas modificaciones en el plan de producción, como la comparación de dos niveles de suplementación en un tambo, entonces puede hablarse de costo marginal, que representa el incremento que sufre el costo total cuando se incrementa la producción en una unidad. Se puede expresar como la tasa de variación del costo total dividida por la variación de la producción.

Conclusiones

A modo de cierre y reflexión, haciendo énfasis en el título de esta nota, puede indicarse que más importante que calcular los costos es tener un claro conocimiento de los objetivos: para qué los calculamos, cuál es la finalidad que se persigue. No es un dato menor, ya que en función de ello será la información por utilizar (¿alcanza con los precios de una publicación?, ¿o se necesita el dato zonal o del lugar de la empresa?). 

Obviamente, cuanto más exacta sea la información, mejor será el resultado. Aquí juega un rol estratégico a nivel empresa el hecho de realizar control de gestión, o tener una buena contabilidad. Si bien esta última tienen fines muy específicos, muchas veces reducida a cumplir con obligaciones legales y fiscales, puede ser una excelente fuente de datos e información al alcance de la mano del empresario (épocas del año para comprar y vender, comparación de resultados entre campañas, entre actividades, análisis de precios estacionales, tendencias, entre otras).

Quien desee empezar a calcular el costo de su próxima actividad o evaluar como cerró el ciclo, solo necesita dos herramientas: una planilla de cálculos, para facilitar las operaciones, y las fórmulas correctas. Los detalles del cálculo son sencillos y se pueden apreciar con más detenimiento en los videos disponibles en el canal de Youtube del CPIA, de las dos jornadas organizadas por CPIA y AAEA.